lunes, 22 de diciembre de 2008

Oportunidad perdida

Arsenal y Liverpool se repartieron todo (1-1)

El líder del campeonato rescató una igualdad ante el Arsenal, aunque le dejó la oportunidad latente al Chelsea que jugará mañana contra el Everton. Los tantos fueron convertidos por Van Persie y Keane. La mala noticia la dio Cesc Fábregas, quien abandonó el estadio en el entretiempo entre lágrimas, a causa de una lesión.















Arsenal-Liverpool (1-1).

Ya es hora de que el Liverpool haga sonar su alarma. Es verdad, todavía se mantiene como el único líder de la Premier League, pero el dato de que haya igualado en cuatro de los últimos cinco partidos del campeonato servirá para llamar la atención del entrenador Rafa Benítez.

El conjunto 'Red' se encontró con una igualdad en un duelo tan friccionado como se lo esperaba. Fue un choque demasiado disputado en el centro del campo de juego y los delanteros casi nunca encontraban la conexión con sus compañeros para poder anotar algún gol.

La primera llegada clara estuvo a cargo del irlandés Robbie Keane, quien le ganó la espalda a Gerrard y lanzó un débil disparo a las manos del portero español Almunia.

Más tarde, Nasri le envió un centro a Adebayor, para que la torre africana se complicara al resolver la ocasión justo cuando lo presionaron los defensas rivales.

Entonces, cuando nadie lo esperaba se abrió el marcador a favor de los locales. Nasri volvió a destacarse con un hermoso pase a Van Persie, para que el holandés dominara el balón, regateara a Carragher y definiera con un disparo preciso que dejó sin chances a Pepe Reina.

La reacción del conjunto visitante fue apareciendo poco a poco. Keane continuaba amenazando la portería de Almunia y sabía que en algún momento se le iba a presentar la chance de poder quebrar la resistencia.

De hecho, esa oportunidad apareció antes de que se llegara al entretiempo. A los 42 minutos, el punta venció en un duelo a Djourou y definió con un disparo imposible de detener para convertir la igualdad que se convertiría luego en definitiva.

Cuando los equipos se marchaban a los vestuarios, pudo notarse la lamentable noticia de la noche, ya que Cesc abandonaba el terreno en medio de lágrimas, y concedía un mensaje claro sobre la posible gravedad de su lesión. El español había sido derribado por su compatriota Xabi Alonso, minutos antes y no salió al campo en la segunda parte, ya que fue sustituído por Diaby.

En el complemento no sucedió mucho. Steven Gerrard se perdió una ocasión doble en el arranque y desperdició una chance de anular las esperanzas de los anfitriones en un momento clave del duelo.

Además, Adebayor fue expulsado, cuando promediaba el segundo tiempo, por intentar robar el balón con la pierna excesivamente levantada en una salida del visitante.

Fue una nueva igualdad del Liverpool, que todavía se mantiene arriba de todo, pero la preocupación sigue latente.

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