El Racing se reengancha en Zubieta a la lucha por los puestos de ascenso
Lamatina marcó de cabeza a los cuatro minutos y el triunfo de los verdes nunca corrió peligro
El equipo ferrolano perdonó una derrota abultada al filial de la Real Sociedad en su partido más completo fuera
Los cuatro puestos que llevan a la fase de ascenso vuelven a ser un objetivo real para el Racing. Ganó en Zubieta con un partido completo, de sacrificio e inteligencia, y en el que mereció un triunfo más amplio. Demostró jugar otra liga distinta al filial de la Real, impotente para crear peligro a un equipo ferrolano ordenado, concentrado, muy metido en un partido corriente, pero de esos en los que también se gestan los ascensos.
En el Racing pelearon todos. Alrededor de Manolo Pérez se creó casi siempre su fútbol. En el catalán, que se embarró y jugó en un campo blando e incómodo, nació el gol decisivo. Robó un balón en campo contrario, recibó Corredoira, lo centró con diligencia Deus y lo remató en globo Lamatina de cabeza.
El gol no cambió el partido. El Racing siguió cómodo frente a un rival que quería tocar y tocar el balón para crear peligro, pero que casi siempre lo perdía lejos de la portería de Sergio Álvarez. El equipo ferrolano recuperaba y lanzaba contragolpes peligrosos. Pudo suponer el segundo tanto del Racing, poco después de la media hora, uno iniciado en Sanjulián, que lanzó Zafra y remató Lamatina fuera.
Luego fue Corredoira el que probó suerte con un tiro desde la frontal. Perdido, el filial de la Real Sociedad B apenas creó peligro a una defensa en la que volvió a faltar como visitante Jonathan Martín. Ni siquiera a balón parado, porque el Racing evitó casi siempre las faltas alrededor del área, ni en el juego aéreo, que apenas busca el segundo equipo realista, a diferencia de otros clubes vascos con más experiencia como el Real Unión o el Lemona.
Aunque ganaba por la mínima, el triunfo del Racing no se veía peligrar en ningún momento. Los cambios contribuyeron a dar fuelle a un equipo fatigado por el esfuerzo en un campo muy pesado. Y siguieron llegando las ocasoines: de Coredoira, de Gustavo Souto, de Manolo Pérez, que casi marca en una preciosa vaselina... El bagaje del filial en el área ferrolana se redujo a un cabezazo muy cruzado de Sío a centro de Sarasola.
Con recursos para tocar en el centro del campo y jugar en largo cuando hacía falta, el Racing fue construyendo un encuentro rendondo. También probó fortuna Juan Martínez, de nuevo el recambio de última hora para dar oxígeno al centro del campo.
Para que a la fiesta se uniese el portero del Racing, casi inédito, se coló en el área Eneko Eizmendi, que se inventó un tiro pícaro que despejó Sergio con el pie.
Siguieron llegando las oportunidades. No entraron, y dejaron el marcador demasiado corto.
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