lunes, 27 de abril de 2009

Uno a cero y para dentro

Ganar, una cuestión de fe



JUAN QUIJANO > FERROL

Es un poco de fe, de confianza en sus posibilidades, de sacrificio en favor del grupo, de estar en el lugar adecuado en el instante preciso, de suerte... La combinación de todos estos ingredientes deparó ayer una escena ya vista no hace demasiado tiempo en A Malata, la de un equipo que se acerca a su objetivo de jugar la fase de ascenso a la categoría de plata después de una temporada irregular y más bien discreta. Tras derrotar al Pontevedra, y gracias al empate con el que Zamora y Celta B saldaron su enfrentamiento , el equipo ferrolano debará refrendar en las dos siguientes jornadas el “milagro” que se inició ayer para solventar la temporada con el premio mínimo que se le solicitaba.

El de ayer era un partido decisivo, porque tanto al Racing como, sobre todo, al Pontevedra no les valía otra cosa que no fuese ganar. Pero el conjunto granate pareció asumir mejor esa responsabilidad y, desde el principio, mostró su intención de apurar al máximo sus posibilidades. En cambio, los nervios y la descolocación que el cuadro verde exhibió en los primeros minutos motivaron que el conjunto visitante dominase inicialmente la situación. El juego directo de ambas escuadras se resolvía con un conjunto visitante que se hacía casi siempre con las segundas jugadas y eso le permitió al cuadro de José Aurelio Gay plantarse con relativa sencillez ante la portería racinguista, pero sin la efectividad necesaria para que sus oportunidades -tiros lejanos, casi siempre- encontrasen el premio del gol.

En el ecuador de la primera mitad, el Racing pareció desperezarse del dominio que ejercía el Pontevedra, aunque el equipo ferrolano no logró tener presencia ante la meta contraria -casi virgen durante la primera parte-. Sin embargo, los últimos minutos del primer acto fueron nuevamente de agobio para el cuadro verde. De hecho, el grupo local contuvo como pudo las tentativas de un rival más implicado en conseguir la victoria, el único resultado que le valía, y que estuvo cerca de alcanzar momentáneamente. Pero sus intentos se empezaron a topar con las intervenciones del portero Reguero, erigido en salvador racinguistas poco antes de llegarse al descanso. Y es que, en realidad, el pitido final fue la mejor noticia que encontró el conjunto departamental en esta primera parte.


Cambio > La apuesta por adelantar a Óliver -acompañó a Cami en el centro del campo- en la segunda parte mejoró un poco el aspecto del Racing, pero la necesidad de ambos equipos -sobre todo el Pontevedra- por ganar hizo que el partido se empezase a descontrolar. Así, el cuadro granate mantenía su apuesta ofensiva, pero también empezaba a tener que asumir más riesgo en busca del gol, lo que hacía que pasase algunos problemas más de los necesarios que el cuadro verde, aunque por lo general no tenía precisión, sí podía aprovechar a poco que estuviese lúcido en alguna ocasión.

Precisamente, una de estas situaciones fue la que decidió el encuentro. Fue justo después de que el Pontevedra disfrutase, tal vez, de su opción más clara de todo el partido, un doble remate de Charles salvado de manera milagrosa por Reguero. Sin embargo, en la contra inmediatamente posterior, Nano resolvió con una mezcla de calidad y suerte la acción más evidente que había tenido el equipo ferrolano en todo el partido para hacer lo más difícil, poner en ventaja en el marcador al conjunto verde, que prácticamente no había tenido presencia cerca de la meta rival hasta ese momento.

Con el Racing en ventaja en el marcador, el Pontevedra pareció bajar sus prestaciones. Por eso sus intentos, aunque persistentes, ya fueron algo más precipitados. En cambio, el equipo ferrolano se encontraba algo más cómodo sobre el terreno de juego, pero lastrado por los problemas físicos que afectaron -lo llevan haciendo bastantes semanas- a varios de sus futbolistas. Por eso, el tramo final del partido apeló a la heroica, con un equipo buscando a la desesperada el tanto que le diese, al menos, el empate y otro intentando mantener lo que tenía entre sus manos. Ahí es donde entró en juego la fe que caracteriza al Racing en este tipo de situaciones y que lo llevó a conservar la victoria que lo acerca al objetivo. Ahora, una vez hecho lo más difícil, no puede fallar.




RACING 1 PONTEVEDRA 0


Racing Club Ferrol: Reguero; Pedro Correia, Jonathan, Óliver, Llamas; Cami, David Franch (Manuel, min. 46); Lamatina (Adjamossi, min, 73), Juan Martínez, Nano; y Ouejdide (Permuy, min. 90).

Banquillo: Sergio Álvarez (portero suplente), Adjamossi, Manuel, Marcos Álvarez y Permuy.

Pontevedra Club de Fútbol: Saizar; Ormazabal, Jorge Rodríguez (Jonay Hernández, min. 80), Vázquez, Bermudo; Danilson, Nené (Turiel, min. 73); Xavi Moré (Guimeráns, min. 80), Gato, Yuri; y Charles.

Banquillo: Turiel, Jonay Hernández, Pelegrina, Guimeráns y Saavedra (portero suplente).

Árbitro: José Luis Corral García (comité gallego).

Asistentes: José Eliseo Piñeiro Arias y Javier Pérez Prado (comité gallego).

Tarjetas amarillas: Racing Club Ferrol: David Franch (min. 4), Llamas (min. 43), Jonathan (min. 92) y Reguero (min. 93). Pontevedra Club de Fútbol: Ormazabal (min. 74) y Saizar (min. 86).

Tarjetas rojas: Pontevedra Club de Fútbol: José Aurelio Gay -entrenador- (min. 87).

Gol:

1-0 min. 68: Nano.

Campo: A Malata.

Entrada: 2.500 espectadores.


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