lunes, 20 de abril de 2009

Con vida despues de Barreiro

Un punto que vale mucho

JUAN QUIJANO > VIGO

Para saber si un punto a domicilio es bueno hay que evaluar todas las circunstancias que lo rodean. Ayer, el Racing consiguió eso, un empate, en su enfrentamiento en Vigo ante el Celta B. Fue el resultado con el que se resolvió un partido en el que el equipo vigués expuso más para conseguir la victoria, mientras que el ferrolano se mostró tan sólido en la faceta defensiva como ausente en ataque. Y, de entrada, el punto no supo del todo mal. Pero, después de vistos los resultados del resto de la jornada, en realidad es bueno, bastante bueno. Ahora, hace falta refrendarlo -habría que hacer igual aunque se hubiese ganado- en las tres próximas jornadas, las últimas de la fase regular, en las que el cuadro verde confía en asegurarse un lugar en la fase de ascenso a la categoría de plata, algo para la que debe ganar (casi) todas sus citas.

Sobre el campo de Barreiro jugaron ayer dos de los mejores cuadros del grupo I de la Segunda B, Celta B y Racing, en busca de una victoria que les hiciese aumentar sus posibilidades de acabar la fase regular entre los cuatro primeros de la tabla y luchar así por el ascenso a la categoría de plata. Por eso, el encuentro se jugó, desde el primer minuto, de poder a poder. El equipo vigués, eso sí, fue el que empezó teniendo más protagonismo, apoyado en su calidad técnica y sus ganas de combinar, aunque el cuadro verde, bien asentado en su parcela defensiva, esperaba sin problemas los intentos de su rival que, aunque se acercaba más a la portería contraria, apenas era capaz de generar auténtico peligro.

El encuentro, más encorsetado al principio, se fue abriendo con el paso de los minutos porque, superado sin sobresaltos el tramo inicial del partido, el Racing empezó a jugar más adelante. Por eso, la apuesta del Celta B por la combinación hizo que, en algunas ocasiones, también le hiciese llevarse algún susto cuando su rival conseguía recuperar la pelota cerca de la portería contraria que, sin embargo, no fue capaz de canalizar de una manera acertada. Y es que los mejores minutos del conjunto departamental -al menos, los de más presencia ofensiva- llegaron a partir del ecuador de esta primera parte, cuando el grupo olívico, poco a poco, se fue desorganizando para dejar más huecos. De todas maneras, como el Racing no fue capaz de llegar cerca de la meta local en buena disposición, todo quedó por resolverse para la segunda parte del encuentro.


Insistencia > Igual que al principio del partido el Celta B llevó el peso del juego, el guión se repitió en los primeros compases de la segunda, porque el equipo vigués demostró tener, además de sus ganas por combinar, más velocidad y frescura. Por eso, esta vez su mayor control se tradujo en mayor presencia cerca de los dominios de un Racing que, de manera paulatina, fue quedándose sin el centro del campo. Además, la posesión del filial céltico llegaba ahora más cerca de la portería racinguista y eso le permitió fabricar con más frecuencia acciones de apuro para su rival. Sin embargo, su creatividad se acababa en el momento del remate, porque las ocasiones que tuvo se encontraron siempre con una definición mala o, por lo menos, sin demasiado acierto.

Los cambios introducidos en el ecuador de la segunda mitad refrescaron la presencia del Racing y lo sacaron del momento de apuro que estaba pasando. Además, le dieron -gracias sobre todo a la entrada de David Franch en vez de un agotado Cami- la solidez que le había faltado al principio de este segundo acto. Así, el partido se igualó y el cuadro verde, al menos, dejó de pasar tantos problemas como minutos antes, pero sus intentos por acercarse a la portería contraria fueron escasos y, cada vez que los hubo -Lamatina no resolvió bien una colada por la derecha en la mejor oportunidad racinguista-, no encontraron la definición que era adecuada.

De esta manera, a medida que se acercaba el final del partido y el empate sin goles seguía siendo el marcador, ambos equipos se enzarzaron en un ir y venir continuo hacia las dos porterías que deparó casi todas las opciones que antes no se habían generado. Fue el Celta B quien más expuso en este tramo final en busca del gol de la victoria, pero entre que la defensa y el portero racinguistas se mostraron sólidos -unas veces- y que los delanteros locales no estuvieron demasiado afortunados -otras-, el marcador ya no se movió. Enfrente, el Racing también tuvo la intención de ganar, pero no tuvo la llegada precisa para conseguir del partido más que un punto, que sigue manteniendo sus opciones a clasificarse para la fase de ascenso a la Segunda A pero que convierte el próximo encuentro, ante el Pontevedra, en el más importante -si no lo era ya- en sus aspiraciones.



CELTA B 0 RACING 0


Real Club Celta de Vigo B: Yoel; Campillo, Richi Álvarez, Túñez, Richi Hidalgo (Cristian, min. 90); Candela, Pepe Aicart; Chupe, Iago Aspas (Aitor, min. 84), Pedro (Joselu, min. 68) y Oriol Riera.

Banquillo: Guardado, José Ramón (portero suplente), Cristian, Aitor y Joselu.

Racing Club Ferrol: Reguero; Pedro Correia, Jonathan, Óliver (Manuel, min. 75), Llamas; Manolo Pérez, Cami (David Franch, min. 69); Lamatina, Juan Martínez, Carlos; y Ouejdide (Mathlouthi, min. 66).

Banquillo: Sergio Álvarez (portero suplente), David Franch, Adjamossi, Manuel y Mathlouthi.

Árbitro: Borja Bilbao Vizcaíno (comité gallego).

Asistentes: José Óscar Fernández Rivas y José Luis Fraga Torres (comité gallego).

Tarjetas amarillas: Real Club Celta de Vigo B: Candela (min. 16) y Chupe (min. 46). Racing Club Ferrol: Pedro Correia (min. 35), Míchel Alonso -entrenador- (min. 42), Manolo Pérez (min. 62) y Llamas (min. 89).

Campo: Barreiro.

Entrada: 1.000 espectadores.

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