jueves, 23 de abril de 2009

La Premier se aleja

Ni el póquer de Arshavin pudo con el Liverpool (4-4)

El ruso convirtió los cuatro goles del Arsenal, pero el conjunto Red aún pudo mantener su invicto en Anfield en la liga inglesa. Fernando Torres anotó dos tantos de su equipo, que ahora alcanzó la línea del Manchester United pero cuenta con dos partidos jugados más que los de Ferguson. El fútbol inglés vivió otra fiesta. Simplemente gracias.















Liverpool-Arsenal (4-4)

El Liverpool ya acostumbra a las fiestas futbolísticas. Desde aquel 4-4 con el Chelsea en los cuartos de final de la Champions League hasta esta noche, ha demostrado ser un equipo con capacidad de reacción ante la adversidad y, a pesar del resultado, protagonizó una fiesta junto a otro gigante inglés.

Esta vez, más que un equipo competitivo, el conjunto de Anfield tuvo enfrente a un hombre capaz de hacerle vivir la peor de sus pesadillas. Anderi Arshavin fue la figura estelar de la noche. Convirtió los cuatro goles de su equipo y no pudo cerrar la noche perfecta con una victoria por el simple hecho de que los rivales acostumbran a hazañas.

La primera media hora de juego estuvo signada por el estudio constante entre ambos equipos. El Arsenal arriesgaba un poco más, pero las llegadas no eran demasiado concretas. Por momentos Fernando Torres se sentía demasiado sólo en la ofensiva Red, mientras que Nasri no lograba romper el cerrojo rival por su banda.

Hasta que a los 40 minutos apareció el primer error grosero del Liverpool que aprovechó el conjunto Gunner. Javier Mascherano perdió el balón dentro de su propia área. Luego Cesc y Nasri elaboraron una deliciosa pared que terminó con un centro bajo del español a la llegada de Arshavin. El ruso definió al centro de la portería y celebró con el pedido de silencio a todo Anfield.

Aún así, los locales reaccionaron en los primeros minutos del complemento. Dirk Kuyt recogió el balón sobre la derecha y envió un centro directo a la cabeza de Fernando Torres, para que el punta cabeceara cruzado y dejara sin opciones a Fabianski.

Encima, a los siete minutos, el conjunto Red revirtió el resultado. Benayoun recibió un nuevo centro desde la derecha y con un cabezazo peleado junto a Sagna, envió el balón suave para que el portero Gunner despejara con los puños, una vez que el esférico haya pasado la línea.

Pero todavía quedaba más repertorio del ruso. Arshavin sabía que era su noche y esta vez aprovechó una falla de Arbeloa para disparar con fuerza al palo izquierdo de Reina e igualar el duelo. Tres minutos después, el ex Zenit se encargaría de recuperar la ventaja para la visita cuando capitalizó un despeje fallido de Carragher y definió con un derechazo firme por lo bajo.

La reacción de los comandados por Rafa Benítez no tardó en aparecer. Fue a falta de 18 minutos que Fernando Torres exhibió toda su categoría al dominar el balón de espaldas a la portería y definir con un derechazo a pie abierto. Llegaba el 3-3 vibrante y el resultado final se mantenía incierto.

Así, hubo que esperar hasta el tiempo de descuento para las nuevas emociones. Cuando se disputaba el primer minuto añadido, el Liverpool dispuso de un tiro de esquina, pero descuidó tanto la defensa que Walcott inició una contra letal con desenlace en el cuarto gol de Arshavin en la noche. El ruso fue el gran héroe de la velada y parecía responsabilizarse de la primera derrota Red en casa.

Sin embargo, a los 93' apareció nuevamente Benayoun para hacerse cargo de un balón perdido en el centro del área Gunner y envió el balón a la red con un preciso cabezazo.

Fue un 4-4 final, con el brillo absoluto de un Arshavin magistral y la reacción constante de un Liverpool con hambre de gloria, pero complicado en su ambición de título. Señores, el fútbol está agradecido.

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