Un solitario pero efectivo gol de Torres (suma 21), bastó para que los Reds metan cicno puntos de distancia a su inmediato perseguidor en la lucha por la cuarta plaza.
Liverpool-Everton (1-0)
178 derbys en Merseyside han dado para mucho. Rivalidad progresiva, campeonatos en juego, disputas por zona peligrosa e incluso duelos donde uno u otro podían quedar realmente golpeados. Sin embargo, el de este domingo en Anfield tenía un ‘extra’ especial ya que en juego estaba la ansiadísima cuarta plaza de acceso a Champions, que ambos vecinos llevan disputándose toda la campaña.
La ausencia de Cahill, vital para los Toffees en su esquema ofensivo, era la principal baja visitante mientras Benítez podía disponer de toda su plantilla a excepción de Mascherano, sancionado tras su expulsión de la pasada semana. La mínima renta de los Red, dos puntos por encima, era el margen de los de David Moyes, que llegaban en una línea peligrosa tras haber dejado escapar varios puntos en estas jornadas previas.
Aparece 'The Kid'.
El partido se preveía disputado, con mucho poder defensivo y pocas ocasiones y aunque casi cumplió ese guión, solo alguien quiso saltarse lo establecido, Fernando Torres. El español aprovechó un robo de Xabi Alonso sobre Yakubu en la frontal del área, para tocar y batir con frialdad a Howard, que nada pudo hacer para evitar el vigésimo primer tanto del internacional con la ‘Roja’.
Evidentemente, el gol rompió la mentalidad del Everton y sacó la experiencia local. Sin meterse atrás en ningún momento pero con las ideas claras de cómo parar las llegadas de su rival, los Reds se hicieron fuertes en su línea de zagueros y cortaron las alas a un cuadro visitante si elementos para dañar el caparazón que formó Benítez.
Prevenir antes que curar
En la segunda mitad, el Liverpool buscó las contras con Torres pero nunca le llegaron balones ya que la posesión era del Everton. Pese a los cambios de Moyes, lo máximo que logró fue un cabezazo de Osman que milagrosamente no fue gol y una arrancada de un apagado Yakubu en la que se dejó caer al entrar al área. Benítez prefirió asegurar y no arriesgar lo mínimo pues ahora toca Champions y, de nuevo, habrá que tirar de físico.
Cinco puntos es la nueva distancia entre ambos, lo que da para tranquilizar los ánimos en Anfield y, sobre todo, para preparar con calma este fina de campaña en el que pueden llegar muchas alegrías.
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