Gerrard y Fernando Torres se aprovecharon de la frágil defensa del Newcastle para afianzar al conjunto Red en la cuarta plaza.
Liverpool-Newcastle (3-0)
El Liverpool se enfrentaba a un Newcastle en horas bajas con la obligación de ganar para no desaparecer de los puestos de Champions League. Tal era la importancia que le concedía Rafa Benítez a este encuentro que alineó al once de gala, inclusive a un Fernando Torres que arrastraba problemas estomacales, pese a que el martes deberán enfrentarse al Inter de Milán.
El encuentro tuvo un claro dominio Red desde el primer minuto. El Liverpool era quien más intentó llegar al marco rival, pero con escaso acierto en la transición del balón. El juego colectivo no funcionó en la primera mitad y sólo Torres, con acciones individuales, puso en apuros a Harper.
El Newcastle, mientras tanto, se dejaba llevar. Las urracas se limitaban a defender con cierto ímpetu rezando por qué no llegara un gol en contra que les hundiera más todavía en la clasificación, y en ataque se limitaban a no hacer demasiado daño por si ponían en funcionamiento la maquinaria Red.
Con el paso de los minutos, el Liverpool empezó a dejarse llevar por el mal juego del Newcastle y el partido se perdió entre imprecisiones y despropósitos. Sin embargo, fue un despropósito lo que devolvió a la vida el encuentro. Y es que no se puede llamar de otra manera al tanto que anotó Jermaine Pennant. El inglés intentó esquivar un despeje de José Enrique, pero no lo consiguió y el balón, tras rebotar contra su pierna, realizó una parábola con la que superó a Harper y acabó en el interior de la portería.
Este tanto demostró al Liverpool que derrotar al Newcastle era más sencillo de lo que pensaban y comenzaron a atacar con más insistencia para desmenuzar la frágil defensa albinegra. Quienes más se aplicaron en esta tarea fueron Fernando Torres y Gerrard, que acabaron redondeando la goleada con un tanto cada uno.
Primero fue Gerrard quien sirvió en largo para The Kid, que tras sentar a Harper con un simple movimiento de cintura marcó a puerta vacía. Después los dos se intercambiaron los papeles y fue Torres quien asistió al centrocampista inglés para que éste hiciera el 3-0 poco después de comenzar la segunda mitad.
Con una ventaja tan amplia en el marcador Rafa Benítez comenzó a pensar en el importante encuentro del próximo martes ante el Inter de Milán y dio descanso a Gerrard y Fernando Torres. Pese a las rotaciones, el Liverpool continuó atacando y casi logró ampliar la ventaja en un par de ocasiones.
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