El Liverpool aprovecha los regalos del Bolton (1-3)
Un fallo tan garrafal como efectivo de Jaaskelainen, rompió el partido a favor de los Reds. Ese gol tan llamativo, un disparo de Babel y un ‘misil’ de Fabio Aurelio, sentenciaron a un Bolton más enchufado que no encontró su premio y, cuando lo hizo por medio de Cohen, ya era tarde.
Bolton-Liverpool (1-3)
En plena semana europea (aunque el Liverpool jugará su partido atrasado de Premier ante el West Ham) y con la tradición inmutable que tiene Rafa Benítez en lo que respecta a rotar sus jugadores, era probable una renovación del once que presentaran los Reds en el Reebok Stadium. El regreso de Xabi Alonso y la zaga, con Carragher de lateral y Skrtel de zaguero, eran las novedades en busca de tres puntos para seguir su lucha por la cuarta plaza. El Bolton, mucho más limitado, deseaba un partido directo para intentar seguir sumando en su lucha contra el descenso.
Y desde luego que por como arrancó el partido, los de Megson lo lograron, porque su fútbol arcaico (especialidad de la casa), el de segundas opciones, el de rebotes y barullos en el área a base de balones colgados, hizo mucho daño a un Liverpool incapaz de salir de las cercanías de Reina. Tanto sufrían que una falta de Diouf sin aparente peligro se fue al larguero milagrosamente y, casi a continuación, el propio senegalés no logró remachar a placer una continuación a un saque de esquina.
Pero sus intenciones iban a sufrir un golpe grotesco y de los que uno no sabe si reírse o tomárselo con lástima. Un disparo lejano y sin peligro, ya que iba fuera, terminó en la red. ¿La explicación?, que Jaaskelainen se equivocó gravísimamente al intentar atajar esa pelota que no iba a ningún sitio. Le pegó en la cara, la pelota dio un giro extraño y se fue a la red mientras las gradas no salían de su estupor. Tremendo lo del finés.
Sin embargo, el Bolton prosiguió su guión y mantenía el partido donde lo quería, acercándose con mucho peligro en un cabezazo de Davies que salvó con grandes reflejos Reina. Sin capacidad para definir con acierto sus llegadas y sin dar efectividad a su dominio y presencia en el partido, al Bolton se le hizo definitivamente de noche en la reanudación, cuando Babel remachó con potencia un disparo seco desde fuera del área tras una indecisión defensiva. Kuyt, justo antes, había rematado al poste.
Aquello serenó el partido y, sobre todo, valió para que los Reds lograran un final de partido mucho más cómodo y explotar sus contras. Un misil de Fabio Aurelio en la recta final, sentenció de manera espectacular la victoria, más allá de que Cohen lograda descontar demasiado tarde.
Las limitaciones locales impidieron mucho más competitividad y Benítez, por fin, tuvo un partido cómodo a expensas de lo que haga el Everton (su rival para la cuarta plaza).
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