Los de Ferguson arrollaron con un dominio completo ante un Liverpool que jamás tuvo opciones y que se hundió con la expulsión de Mascherano. Brown, Cristiano Ronaldo y Nani sentenciaron una victoria que puede ser clave para repetir título.
Man.United-Liverpool (3-0)
No se puede pedir más…
Resulta complicado ver un choque con tantos alicientes en el fútbol actual. No es por el ambiente irremplazable de Old Trafford, tampoco es sólo por la rivalidad clásica de un duelo tan histórico, sino por todo lo que genera a su alrededor. El United es el único que depende de sí mismo para ser campeón y el de este domingo era un choque vital para dar un paso de gigante. El Liverpool, por el contrario, no se puede permitir ningún error más en su búsqueda de la cuarta plaza de acceso a Champions.
En lo meramente deportivo, Ferguson trastocó su once con la entrada de tres pivotes como Scholes-Carrick y Anderson, dando más libertad al brasileño pero retirando a Tévez del plan de arranque. Giggs y Cristiano aparecían como extremos, más abiertos que nunca. Benítez, con sus planes tácticos infalibles, apostó por los cuatro españoles Xabi Alonso, Reina, Arbeloa y, desde luego, Torres.
Perdón, sorpresa y desencanto
Buscando el típico inicio desorbitado que les hace crecer ante sus rivales, el United tuvo varias llegadas más o menos claras y en las que sólo Reina evitó el gol. Rooney falló un mano a mano con la oposición del meta y Carragher, el propio Wayne dejó pasar un posterior remate y, sobre todo, Cristiano se topó con el poste en una volea en el segundo palo.
Los Reds, sin autoridad en un mediocampo agenciado al poder de Scholes y Carrick, lograron mejorar al menos en lo que se refiere a parar el ritmo a su rival, pero sin ninguna profundidad, sólo un disparo de Gerrard que rebotó en la zaga, llevó peligro a la meta de Van Der Sar. Sin embargo, cuando más sereno estaba el duelo, un centro sin fe de Rooney encontró extraño rematador en Brown, que con mucho corazón había ganado posiciones peligrosas para cabecear ante Reina a gol.
El tanto, lógicamente, desesperó aún más a un Liverpool demasiado espeso y a merced de su rival. Torres estaba desasistido y los extremis, Babel y Kuyt, a la sombra. Así, en una falta de Ferdinand sobre Torres en medio campo, el partido cambió radicalmente. El colegiado, Bennet, no soportó las quejas del delantero español y le amonestó, en medio de toda esa polémica surgió Mascherano que, desatado y sin conciencia para contar hasta tres, fue a ganarse su segunda tarjeta, la de la expulsión.
Monólogo Devil
Con la capacidad de toque que ostenta el campeón, evidentemente iba a ser complicado arrebatarle la pelota. El United tenía todo en su mano y con posesiones de hasta 77% (lo que refleja la claridad), la sorpresa de los Red era casi una utopía. Un remate de Rooney tras una asistencia increíble del mismísimo Van Der Sar, volvió a tener en Reina al salvador de los visitantes pero con cierta asiduidad, el Manchester ganaba posiciones peligrosas. En esa dinámica, Benítez optó por retirar a Babel e ingresar a Benayoun y a aunque sí mejoró por momentos, Reina era el salvador.
Y lo era porque hasta en tres ocasiones, todas ellas tapando y alguna de manera espectacular, evitaba una tras otra cada acción. Sin embargo, Cristiano Ronaldo iba a lograr el deseado gol con un cabezazo llegando desde atrás. Casi instantáneamente, Nani se posicionó con velocidad y apuntó con potencia a la red para finiquitar el partido y remachar una goleada que arregla mucho el caminar del United.
A falta de que Chelsea y Arsenal se citen en Londres, el Manchester United saca seis puntos a los Gunners y han dejado atrás el partido más complicado que les restaba. ¿Paso definitivo al título?
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