Continua la pesadilla.

RACING - SALAMANCA: 0 - 2

El Racing continua sin levantar cabeza, y una jornada más permanecerá en zona de descenso a segunda b. Lo que más necesita este equipo ahora mismo es tranquilidad y recuperar esa confianza que lo llevó a puestos de ascenso. El parón navideño puede haber llegado en el momento justo.



El cuadro verde desapareció al cuarto de hora y apenas inquietó cuando el rival se quedó con diez jugadores

El Racing tocó fondo en el último partido del año. Su cuarta derrota seguida llegó en un encuentro horrible ante el Salamanca, un equipo que también pelea por la salvación. Ni siquiera creó sensación de peligro cuando el rival se quedó con diez jugadores. Ya encadena doce jornadas sin ganar.

La plantilla del Racing se había conjurado para irse de vacaciones con un triunfo. Pero la salida en tromba apenas duró diez minutos en los que generó peligro con rechaces a balón parado. El equipo verde tiene un problema en la defensa desde hace un tiempo y por ahí empezó a escapársele el partido. Sobre todo porque no supo frenar a Isaac, un interior diestro habilidoso y con llegada. Si no marcó fue porque Olmo despejó un balón bajo palos con Piña ya por los suelos y porque el portero coruñés sacó buenas manos en otro par de tiros.

Por suerte para el Racing, una lesión tumbó a los veinte minutos al pichichi charro, Quique Martín, que antes ya había lanzado una falta peligrosa. Pero ni así. La defensa siguió haciendo concesiones y el despiste acabó contagiándose al resto del equipo. Uno de los más imprecisos fue Charpenet, que se cargó con una tarjeta muy pronto y estuvo más dubitativo que de costumbre. En una ocasión llegó a cabecear un córner hacia Piña.

El gol del Salamanca llegó en un fallo que retrata el estado actual de la defensa del Racing. Un centro desde la derecha se paseó de lado a lado del área hasta que Sergio Postigo remató plácidamente en el segundo palo.

En el descanso, el entrenador del Racing, Juan Veiga, sentó a Keita y rescató a Lamatina para jugar con el esquema habitual, con el francés y Pereira en las bandas y Cohen como media punta.

Pero el drama fue el mismo. El Racing en ningún momento tuvo el mando del partido. Sólo un tiro de Pereira al principio del segundo tiempo y un cabezazo de Javi Rodríguez al final valieron la pena. El resto de aproximaciones fueron un quiero y no puedo con tiros lejanos.

Media puntas a sus anchas

Mientras, el Salamanca siguió a los suyo, apoyado en una fenomenal línea de medias puntas, con Sergio Postigo, Zé-Tó e Isaac a sus anchas. En uno de sus ataques, el portugués de origen angoleño dinamitó la línea del fuera de juego, se coló en el área y dio un pase atrás que convirtió en gol Acuña. Llegaron entonces hasta aplausos de A Malata para el juego charro.

Con veinte minutos por delante, el Salamanca se quedó con diez jugadores. Pero tampoco así cambió mucho la situación. Jorge Alonso pudo marcar el tercero en un contragolpe. Después llegaron un zambombazo de Jonathan Martín, un cabezazo de Javi Rodríguez (que había entrado por Charpenet) y un tirito de Jaime Junior. Pero el partido estaba sentenciado. Las vacaciones servirán para que el equipo haga examen de conciencia y vuelva con más fuerzas.

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