Un punto por no hacer nada
JUAN QUIJANO > LUGO
No hacer nada le reportó ayer al Racing un punto. El encuentro que lo enfrentó al Lugo fue uno de los peores -sino el peor- del equipo ferrolano en toda la temporada, pero aun así no se fue del Ángel Carro con las manos vacías. Esa es la única lectura positiva que puede sacar de un compromiso en el que lo que quería lograr una victoria que lo aproximase a la zona de privilegio del grupo I de la Segunda B. Y, aunque sí se acercó, lo hizo menos de lo que podía haber sido. Sin embargo, lo que mostró sobre el terreno de juego desprende muchas dudas, porque el cuadro verde fue endeble en defensa, tuvo poca presencia en el centro del campo y no provocó peligro en ataque. Es decir, que no hizo nada... salvo sumar un punto que lo acerca más a las cuatro primeras posiciones.
El Racing tardó en presentarse al partido un cuarto de hora, quince minutos en los que el Lugo se aprovechó de que enfrente no tenía rival para plantarse con sonrojante facilidad ante la portería racinguista. Sobre todo, gracias al camino libre que encontró en su banda derecha, donde Óliver se vio totalmente desbordado, y a la fragilidad defensiva que, en general, mostró el cuadro verde. De hecho, lo mejor que le sucedió al equipo ferrolano en estos compases iniciales fue no llegar a encajar, pero sólo por la falta de puntería del conjunto local y, sobre todo, de su delantero Sergio, que no consiguió transformar las primeras opciones, las más claras, que llegaron a sus botas.
Sin embargo, cuando el Racing se personó en el encuentro, lo hizo para golpear. Fue un su primer acercamiento sobre la portería contraria, que se saldó con una falta de la defensa del Lugo cerca de su área que San Julián transformó de manera impecable en el gol que podía tranquilizar a un conjunto que había empezado el partido absolutamente desquiciado. La realidad fue completamente distinta, porque el cuadro verde se mantuvo aletargado, como ausente de una lucha importantísima en sus aspiraciones. Y, claro, al Lugo no le quedó más remedio que aprovechar la coyuntura para, primero, empatar en su opción menos clara, pero que el Racing hizo evidente, y luego estar a punto de adelantarse en el marcador en otras dos llegadas -ambas por su banda derecha- que no convirtió de puro milagro.
Calma > Menos mal que, pasada la tempestad, la calma llegó en el tramo final de este primer período, en el que el empuje del Lugo bajó en intensidad, algo que el Racing, aunque siguió sin hacer nada, agradeció y le permitió tomarse un respiro en la pesadilla que estaba viviendo. Porque, aunque el equipo ferrolano no era capaz de ganar, al menos no iba perdiendo, que es para lo que en realidad estaba haciendo más méritos.
Por eso, visto el desaguisado de la primera parte, se esperaba que el Racing fuese otro en la segunda... pero de eso nada. Al menos, de principio. De hecho, los primeros minutos de la segunda parte fueron para el Lugo como los de la primera, de un “abuso” continuo, de juego y llegadas -las más claras, a cargo de Sergio y Arroyo-, ante un rival cuyo único aspecto positivo estuvo ayer en contar con esa pizca de suerte necesaria en todo encuentro de fútbol. Eso, sólo eso, fue lo que le permitió no estar en el marcador en la misma desventaja en la que daba la sensación de estar sobre el terreno de juego.
El paso de los minutos, y también los cambios, mejoraron el aspecto del partido para el Racing. Con Manolo Pérez, el equipo ferrolano disfrutaba un poco más de la pelota, casi vetada hasta entonces, pero sin llegar a conectar con sus futbolistas ofensivos. Es decir, sin la ocasión de generar opciones para marcar. Al menos, los apuros en defensa parecían disminuir, porque el Lugo tampoco era el de los minutos anteriores, con lo que el encuentro discurría, casi sin más alternativa, hacia el empate, porque el cuadro blanquirrojo ya no tenía demasiadas fuerzas y porque el ferrolano era simplemente incapaz.
Sólo el hecho de que el resultado no le conviniese a ninguno de los contendientes hizo que el partido volviese a tener acercamientos a ambas porterías en los últimos minutos. Y estas, ahora sí, correspondieron casi mayoritariamente al cuadro verde, que no se quería conformar con el empate. De todas formas, estas posibilidades sólo llegaron a balón parado. De esta manera, el cuadro verde estuvo a punto de lograr la victoria en el último minuto de partido, en una pelota suelta tras un saque de esquina que San Julián no acertó a remachar a gol, pero es que entonces el premio que se habría conseguido ya sería, más que injusto, escandaloso. Un punto por no hacer nada ya era bastante.
LUGO 1 RACING 1
Club Deportivo Lugo: Javi Muñoz; Álex Bao, Aira, Germán (Noguerol, min. 70); Mauro, Garmendia, Rubén Durán, Manu; Tornero (Moncho, min. 86), Rubén Arroyo (Rubén Pardo, min. 76); y Sergio.
Banquillo: Viusky (portero suplente), Moncho, Rubén Pardo, Noguerol y Alberto García.
Racing Club Ferrol: Reguero; Llamas, Desenclos, San Julián, Óliver; Cami, Jorge Zafra (Manolo Pérez, min. 59); Carlos (Marcos Álvarez, min. 71), Corredoira (David Franch, min. 85), Nano; y Ouejdide.
Banquillo: David Franch, Paco Fernández (portero suplente), Adjamossi, Marcos Álvarez y Manolo Pérez.
Árbitro: Pablo Fernández Pérez (comité asturiano).
Asistentes: Jorge Guerra López y Roberto Álvarez Lana (comité asturiano).
Tarjetas amarillas: Club Deportivo Lugo: Garmendia (min.26), Mauro (min. 52), Rubén Arroyo (min. 67) y Rubén Durán (min. 88). Racing Club Ferrol: Jorge Zafra (min. 16), Manolo Pérez (min. 83) y Ouejdide (min. 91).
Goles:
0-1 min. 15: San Julián.
1-1 min. 19: Sergio.
Campo: Ángel Carro
Entrada: 2.000 espectadores.
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