lunes, 4 de mayo de 2009

De verguenza, otro año en el pozo



JUAN QUIJANO > ABEGONDO

No podía escoger el Racing un peor momento para dar la de arena. Había hecho lo más difícil -colarse entre las cuatro primeras plazas de la tabla clasificatoria del grupo I de la Segunda B- y dependía sólo de sí mismo para clasificarse para la promoción, pero la derrota que sufrió ayer ante el Deportivo B lo deja sin todo eso. Por eso, más que por lo abultado de la derrota, por ser ante el rival con el que más rivalidad hay o porque el filial deportivista ya estuviese casi descendidio -paradojas del destino, ahora es la esperanza racinguista-, lo peor es que el cuadro verde ha perdido el control de la situación que tenía. Depende de otros y tendrá que esperar que la suerte vuelve a acompañarlo para acabar metiéndose en la lucha por el retorno a la categoría perdida hace un año.

El inicial ímpetu que mostró el Deportivo B propició que buscase la meta contraria más que su rival en los primeros minutos del partido. No de una manera demasiado ostensible, pero sí apoyado en la facilidad con la que Iván Pérez jugó próximo al área racinguista, lo que llevó a que el equipo ferrolano estuviese muy pertrechado en sus dominios, demasiado lejos de la portería contraria como para intentar entablar una contra que le permitiese marcar. Por eso, aunque el filial herculino sólo creaba más incertidumbre que peligro, su rival ni siquiera era capaz de generar intranquilidad al contrario.

A medida que pasaban los minutos, los escasos momentos de tensión que ya tenía el encuentro fueron siendo cada vez menos. El juego del Deportivo B fue poco a poco bajando de revoluciones, según Iván Pérez, su principal referente, aparecía menos sobre el terreno de juego. Mientras su rival, aunque intentó estirarse en busca de la portería contraria, no lo hizo con demasiada claridad, sino de una manera timorata. De hecho, ofrecía la sensación de que quería dejarlo todo para la segunda parte del encuentro. Por eso, no consiguió plantarse ante la portería rival en una situación mínimamente favorable para sus intereses.


Adelante > El mismo ímpetu que el Deportivo B había mostrado al comienzo de la primera parte fue el que exhibió el Racing en los primeros instantes de la segunda. Porque ahora su presión se producía más cerca de la portería contraria, las recuperaciones de balón también y el partido, que en la primera parte se había jugado casi siempre en terreno de juego racinguista, lo empezó a hacer ahora mayoritariamente en campo deportivista. Sin embargo, este empuje se quedó sólo en eso, nada más, porque lo que no fue capaz de generar fueron opciones para marcar, ponerse por delante en el marcador y, así, situarse un poco más cerca de la fase de ascenso.

De hecho, y cuando mejor pintaba el partido para el Racing, una acción que parecía inofensiva lo cambió todo completamente. Fue cuando Iván Pérez recogió una pelota suelta en el centro del campo y se sacó de la manga un lanzamiento que puso por delante en el marcador al Deportivo B. Y ahí se empezó a acabar el equipo ferrolano. Porque, aunque intentó reponerse del golpe lo más rápidamente posible, en poco tiempo recibió el mazazo de la expulsión de Llamas, que dejó al cuadro verde en inferioridad numérica de cara a los últimos veinte minutos para hacer más difícil aún la misión de, al menos, rescatar un punto que le hiciese seguir dependiendo de sí mismo para la última jornada.

Y, aunque un disparo al larguero de Manolo Pérez desde la frontal del área pareció recordar que el Racing no se iba a dar por vencido, el segundo tanto del filial deportivista, que llegó al poco, acabó con todas sus posibilidades. De hecho, a partir de ahí el equipo ferrolano ya se sabía perdedor y, sobre todo, era consciente de que ya no iba a depender de sí mismo para acabar la liga regular en la cuarta plaza y clasificarse para la fase de ascenso. Para colmo, el tercer tanto deportivista, con el tiempo reglamentario ya prácticamente cumplido y el cuadro verde “roto”, aumentó todavía más el castigo.

Ahora, el Racing tendrá que esperar a que la próxima semana se dé una carambola (otra más en esta temporada de locura) para recuperar lo que tenía al alcance de la mano y que, más que no saber mantener, dejó esccapar.


Real Club Deportivo de La Coruña B: 3 Manu; Seoane, Rochela, Juanan, Arturo; Juan Domínguez, Momar; Dani (Chirri, min. 46), Iván Pérez (Nacho Matador, min. 77), Guille; y Aridane (Hugo, min. 63).

Banquillo: Marcos Caridad, Marcos Valín (portero suplente), Nacho Matador, Chirri y Hugo.

Racing Club Ferrol: 0 Reguero; Pedro Correia, Jonathan, Manuel, Llamas; Cami (Manolo Pérez, min. 57), Óliver; Carlos (David Franch, min. 80), Juan Martínez (Corredoira, min. 66), Nano; y Ouejdide.

Banquillo: Sergio Álvarez (portero suplente), David Franch, Corredoira, Adjamossi y Manolo Pérez.

Árbitro: Díaz Arias (comité cántabro).

Asistentes: García Pozuelos y López Toja (comité cántabro).

Tarjetas amarillas: Real Club Deportivo de La Coruña B: Seoane (min. 42), Momar (min. 48), Juan Domínguez (min. 63) y Arturo (min. 81). Racing Club Ferrol: Llamas (mins. 46 y 71), Jonathan (min. 76) y Míchel Alonso -entrenador- (min. 77).

Tarjetas rojas: Racing Club Ferrol: Llamas (min. 71).

Goles:

1-0 min. 68: Iván Pérez.

2-0 min. 82: Chirri.

3-0 min. 87: Guille.

Campo: El Mundo del Fútbol.

Entrada: 1.000 espectadores.

Incidencias: En los prolegómenos del partido se guardó un minuto de silencio en memoria de José Luis Vara, ex futbolista del Real Club Deportivo de La Coruña y ex entrenador del Racing Club Ferrol.

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