El Liverpool, con Torres y Gerrard forzando sus molestias desde el inicio, volvió a imponerse en el Velodrome a un Marsella que se desfondó y que sí mereció mejor suerte. Cana adelantó a los marselleses pero los Reds reaccionaron de inmediato con dos goles de un sublime Gerrard. Tres puntos camino a Mersey que aclaran más de lo que parece un grupo igualado.
Marsella-Liverpool (1-2)
Con todo el secretismo que los grandes engranajes merecen reservarse, se había plantado en el Velodrome marsellés Rafa Benítez. Las dudas sobre la participación de los maltrechos Gerrard y Torres era su gran baza para jugar al despiste y desde luego que lo logró, porque Gerets, con un once bastante ofensivo, reflejó que su idea pasaba por la agresividad. Las dos estrellas Reds fueron titulares y se convirtieron en el mayor de los incordios para un Marsella que nunca le perdió la cara al choque y cuyo mayor error fue cabrear a su rival.
Y es que aunque el Liverpool fue claro dominador de los primeros compases, donde sólo un estupendo Mandanda evitó que la cita quedara disipada en apenas unos instantes, fue el conjunto galo el que ‘pegó’ primero. Gerrard con un disparos eco al suelo, Babel con una rápida contra y Kuyt con un remate en posición forzada, habían avisado a los locales que, atenazados, se encontraron con una magistral jugada de Cheyrou. El trabajador centrocampista aprovechó una fuera de juego mal interpretada por Carragher (sacó lenta a su defensa) para colocar un balón ideal a la entrada por el centro de su capitán, un Cana que supo batir la salida de Reina para enloquecer los pasionales graderíos de la Costa Azul.
Justo cuando había recibido un inmerecido golpe en forma de gol inesperado, el Liverpool mostró sus garras a cargo de las dos ‘balas secretas’ que se había guardado Benítez. La reacción fue inmediata pues apenas dos minutos más tarde, Torres anduvo rápido para robar una pelota en mitad de campo a M´Bami (fatal hasta el punto de ser sustituido antes del descanso), pilló mal colocado a la zaga y creó una contra que, cuando no parecía llegar a ninguna parte, hizo buena Gerrard. El capitán pegó con colocación por alto dejando su sello en la noche marsellesa. Golazo sin discusión.
Pero la tremenda reactivación inglesa no terminó allí. Sin opción a encajar el ‘mazazo’, Babel se creó una contra y puso en evidencia a su marcador, un Zúbar lento que pecó de inocente al tumbar al holandés tras un regate dentro del área. Pese a que el colegiado puso ‘morbo’ al hacer repetir el lanzamiento, Gerrard no erró ninguno y el Liverpool encarrilaba la victoria con dos chispazos de calidad.
Sabedor de que no podía dejar escapar puntos de su estadio, Gerets movió su banquillo con hombres de ataque como Ziani, Valbuena y Samassa, siendo el primero de ellos quien más activos e mostró Dos claras ocasiones con sendos disparos mal dirigidos, pudieron empatar la cita, así como un testarazo de Hilton tras saque de esquina. Sin remate final que diera premio, el Marsella se dejaba sus esfuerzos mientras Benítez retiraba a Gerrard y Torres para serenar la pelota y administrar el marcador.
Un balón dividido que cayó a Babel sólo, pudo rematar la faena visitante pero Mandanda mantuvo vivos los alientos marselleses, incansables para empujar a los suyos, que se desfondaron en balde y que tuvieron muy cerca un punto con un cabezazo de Niang que se fue por muy poco y con una parada excelente de Reina tras un golpeo del propio senegalés. El oficio Red hizo acto de presencia y el Liverpool sumó una nueva victoria en un Velodrome que se le da a las mil maravillas para desgracia local.
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