Racing: Queco Piña; Ceballos, Jonathan Martín, Charpenet, Olmo; Camí, Rubén García (46´Chema Mato); Lamatina (78´Cohen), Jaime Júnior (62´Keita), Raponi; Jonathan Pereira.
Sevilla Atlético: Javi Varas; David Prieto, Pablo Sánchez, Jonathan, Lolo, Alfaro, Julián (83´Cordero), Juanjo (71´Perotti), Víctor Díaz, Juan Pablo, Pérez (53´Armenteros).
Goles: 1-0, min. 9: Jonathan Pereira; 1-1, min. 14: Juan Pablo (penalti).
Árbitro: Estrada Fernández (Catalán). Amonestó a Lamatina, Jonathan Pereira, Rubén García, Olmo; Julián, David Prieto, Juanjo, Víctor Díaz y Pérez. Expulsó a Camí por doble amarilla (58´) y a Ceballos con tarjeta roja directa (81´).
Campo: A Malata. 4.000 espectadores.
El Racing sigue sin ganar en A Malata y sin cortar una racha sin victorias que ya asciende a ocho partidos. Ayer fue un milagro su empate ante el Sevilla Atlético, un equipo que mostró sus credenciales pero que no fue capaz de superar a los ferrolanos, que terminaron en inferioridad numérica por las expulsiones de Nicolás Camí y Ceballos.
Esta vez el Racing sí salió enchufado al partido desde el primer minuto y su recompensa fue tempranera en forma de gol de Jonathan Pereira, que dejó una vez más muestras de su calidad. Sin embargo, el penalti que Camí cometió sobre Alfaro en el minuto 14 propició las tablas en el electrónico gracias a la pena máxima de Juan Pablo. El Sevilla Atlético intensificó su presión y el Racing perdió el control en el centro del campo, lo que propició varias ocasiones de Juan Pablo, mientras que Pablo Sánchez también fue un incordio para la zaga racinguista.
Pero el conjunto andaluz perdonó un gol en el minuto 33. Un error en la medular dio paso a un envenenado contragolpe de Juan Pablo, que encaró en solitario a Queco Piña pero su lanzamiento, demasiado cruzado, lamió el poste para el alivio de los locales.
La expulsión de Camí a los 13 minutos de la segunda parte loqueó el partido. Las ocasiones cayeron en ambos bandos y una absurda tangana en el minuto 80 terminó con la expulsión de Ceballos. Un error arbitral porque el jugador catalán sólo se interpuso entre los protagonistas del altercado intentando evitar males mayores.
El partido pasó a ser un correcalles. Jonathan Pereira pudo matar al rival en una contra, mientras que el visitante Juan Pablo, el mejor sevillista, también puso en apuros al Racing.
LA CLAVE Las expulsiones rompen el partido
Las expulsiones rompieron el partido. El Racing se defendió con uñas y dientes sin renunciar a su juego ofensivo en forma de contraataque. La expulsión de Camí condicionó los cambios y la absurda expulsión de Ceballos hizo que muchos jugadores perdieran su sitio en el campo. Al final, un punto y gracias .
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