Dos goles del egipcio Zaki, uno de 'pillo' y otro de calidad con una volea espectacularmente ejecutada, pusieron en jaque al Liverppol, que tuvo que resolver como viene siendo costumbre, por la vía de la heroicidad y el trabajo hasta última hora. Un doblete de Kuyt y otro go de Riera, confirmaron remontada y coliderado.
Liverpool-Wigan (3-2)
Anfield siempre es y será considerado un coliseo futbolístico, más allá de que lo quieran demoler. Sus graderíos son voluntad para el equipo, ánimos incansables, temor para el rival y un respeto generalizado que logra, como resultado, puntos y puntos favorables para los Reds. Y es que de nuevo, pese a que ya va siendo una constante porque lo hemos vivido hace semanas contra Middlesbrough y Manchester United, los hombres de Benítez volvieron a remontar y a sacar el partido adelante.
Evidentemente, para esas hombradas repetidas, siempre se deben cometer errores anteriores que propician que el rival se crea capaz de sacar algo positivo de Mersey. Esta vez, esa mala fortuna sacudió a Agger, que dejó en bandeja el primer gol del egipcio Zaki cuando intentó regatearlo peligrosamente al borde del área. El danés perdió la pelota y el africano, listo e inteligente, batió a Reina para repetir, una vez más, un arranque pésimo para los Reds.
Benítez, que había apostado por Pennant, el propio Agger o Keane para sustituir las ausencias por lesión de Torres, Skrtel o Mascherano, se topó con un planteamiento rival muy negativo para sus intenciones puesto que el Wigan casi desapareció de los límites de Reina con ese tanto pese a no tener los hombres adecuados como para encerrarse precisamente. Así, en partidos cerrados, a los locales les cuesta horrores generar peligro, aunque fue en una jugada extraña, donde el propio Agger se desquitó de su error anterior, cuando Kuyt aprovechó una asistencia del zaguero (en posiciones de ataque) para igualar.
Parecía que aquél gol limitaría las esperanzas visitantes pero tras una estupenda acción individual del ecuatoriano Valencia por banda derecha, al ‘killer’ Zaki le cayó un balón aéreo al que supo atacar con una volea espectacular. Su golpeo fue perfecto, superó a Reina y obligó a los presentes a llevarse la mano a la cabeza ante el golazo de bandera que se había agenciado el campeón de África.
Sin embargo, tras el descanso la magia de Anfield salió a relucir ante la necesidad del Liverpool, que iba a reaccionar a lo campeón. Llevando el peso total del partido y toándose con la zaga rival, la desesperación iba haciendo ‘mella’ en los locales hasta que en una acción dura, Valencia dejó con uno menos a su equipo tras ser expulsado por una entrada a destiempo sobre Xabi Alonso. Allí se terminaron los sueños de los de Steve Bruce, que enloquecía en la banda.
Con uno más, la pasión de las gradas y su impulso final, un disparo de Riera desde la frontal y un remate de volea complicado de Kuyt tras centro desde banda derecha, entonaron de nuevo la victoria. Tres puntos que valen el co-liderato (compartido con Chelsea) y un ‘extra’ de motivación rumbo al Calderón en el regreso de la Champions.
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