sábado, 23 de agosto de 2008

Dos de dos y seis puntos

Los símbolos salvan al Liverpool in extremis (2-1)

Los Reds perdían por 0-1 ante un buen Middlesbrough, pero Carragher igualó a cinco del final con un gol muy afortunado y Gerrard selló el triunfo en el tercer minuto del tiempo añadido. De nada sirvió al Boro haber jugado bien y haberse adelantado con un golazo de Mido. El corazón de los dos canteranos de Anfield fue la clave de la remontada.















Por Juan Lirman.-

Viendo lo que ha pasado esta tarde en Anfield uno tendrá que pensar que sí, que si no es ésta... no será nunca. Si el Liverpool ha sido capaz de ganar de esta forma un partido que tenía perdido, ante un rival crecido, ordenado y con las ideas tan claras, es que el equipo de Rafa Benítez está realmente concientizado de que puede ganar la Premier. O, al menos, que no se despedirá de ella al llegar las Navidades.

Lo tuvo todo en contra el Liverpool, la verdad. Su juego en el primer tiempo fue chato y sólo hubo un par de acciones individuales que sacaron del tedio a los hinchas reds. O del pánico, mejor dicho, porque cada aproximación del Middlesbrough tenía olor a gol.

De todos modos, aún jugando peor que su rival, el Liverpool tuvo ocasiones antes del descanso. Hubo una de Kuyt, con remate de media distancia parado por el meta Bradley Jones, y otra de Gerrard que se le fue alto por poco al mediocentro. El Boro, en tanto, tuvo el 0-1 en las botas de Taylor pero lo impidió una parada espectacular de Pepe Reina al promediar el primer tiempo.
¿Y Torres, y Robbie Keane? Sólo lograron combinar una vez en los primeros 45 minutos, pero el gigantón Huth salvó lo que parecía un gol seguro del punta español cuando iba a quedarse cara a cara con Jones. 0-0 al descanso... y mucha preocupación en los hinchas locales.

Lo pasaron peor tras la reanudación. Southgate estuvo muy listo metiendo al egipcio Mido por el inexpresivo Afonso Alves, y lo primero decente que hizo el ex punta del Ajax fue anotar un verdadero golazo. Cogió un balón fuera del área, buscó el perfil para su pie zurdo y castigó seco y abajo, haciendo inútil la estirada de Reina (0-1).

Estaba tieso el Liverpool. Nada le había salido bien, ni siquiera los cambios de emergencia que metió Benítez: Babel por Benayoun y Fabio Aurelio por Dossena. Hasta el minuto 77 no hubo una sola jugada digna de mención del ataque red, y el asunto estaba muy claro: sólo un héroe podría salvar de la derrota al desorientado equipo red.

Pero no fue uno. Fueron dos. El primero, Jamie Carragher, cogió la lanza y se fue hacia el área apoyando desde atrás en una jugada sin historia. Pero le cayó el balón justo a su pie diestro y el remate se desvió de forma accidental en el central Pogatetz, dejando sin opciones al meta Jones.
El 1-1 caía al minuto 85, y aún quedaba tiempo para que apareciera otro héroe.

En la 1ª jornada había sido Torres, pero esta vez le tocó el turno a Gerrard, porque era la tarde de los canteranos de Anfield. Balón suelto al área, un rechace estúpido... y ¡pum! El mediocentro la puso por toda la escuadra. 'Stevie' anotó el 2-1 en el tercer minuto del tiempo añadido y el coliseo red se vino literalmente abajo. No podría haber tenido un final más simbólico este partido.
Pero claro, no siempre se ganarán partidos en el minuto 93, y mucho menos con jornadas en las que anoten Gerrard y Carragher a la vez. Digamos que fue una feliz coincidencia que debe servir al Liverpool para reforzar aún más su autoestima. El camino a un título de Premier también tiene que escribirse con 'milagros' como éste.

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