El equipo ferrolano ofreció una imagen positiva, aunque cierra ahora la primera vuelta con sólo 17 puntos
El árbitro extremeño pitó un penalti extraño que supuso el gol del Castellón y anuló un tanto legal a Chema Mato
Ceballos Silva estampó su firma en la decimoquinta jornada seguida del Racing sin ganar. Porque el árbitro condicionó el mejor partido del equipo verde en un par de meses, acribillado en jugadas decisivas. El Castellón marcó su gol gracias a un penalti surrealista e inexistente de Iván Romero sobre Tabares y el tanto que parecía legal de Chema Mato en el segundo tiempo no subió al marcador porque fue anulado a instancias del asistente de la tribuna, Rastrollo Sanabria. El partido da una mínima esperanza dentro de una panorama desolador para un equipo que termina con 17 puntos una primera vuelta que quería finalizar con 25. Pero dio síntomas de mejoría, al jugar más en campo contrario y no quedar tan a merced del rival. Lo normal, habría sido al menos un 0-1 final.
Hacía tiempo que el Racing no salía con un once tan compensado, con el único ajuste de la presencia de Jonathan Martín en el lateral diestro para blindar las espaldas de Pereira. Así le resultó sencillo dar réplica al Castellón. Pero otra vez un mal arbitraje, esta vez de Ceballos Silva, desencadenó sus problemas. La fatalidad llegó ya a los diez minutos. El balón le cayó a Tabares en el pico del área ferrolana, tapado por Castiñeiras e Iván Romero. El punta del Castellón ni se dejó caer, pero el colegiado le cargó el penalti al madrileño. Fue uno de esos que sólo le pitan al Racing y que desesperan a cualquiera. Pero quizá habría que tener más cuidado en esas jugadas lejos de la portería.
Con todo, el gol de Mario Rosas desde los once metros no descentró al Racing. Ni tuvo que variar su esquema para volcarse sobre la portería de Carlos Sánchez. Entre sus continuas llegadas en el primer tiempo destacó un tiro algo flojo de Cohen tras un pase de Charpenet, una falta lanzada con peligro por el central francés y un remate defectoso de Pereira dentro del área tras un hábil servicio de Cacique Medina.
El punta uruguayo protagonizó otra de las polémicas del primer tiempo, cuando enfilaba hacia la meta local y fue derribado por Mora. Ceballos Silva amonestó al uruguayo ante las chanzas de la afición de Castalia, que agradecía el detalle generoso del árbitro. Esperpéntico.
Tras el descanso, el Racing ofreció veinte minutos impecables, que despertaron los silbidos de la afición de Castalia hacia su equipo. Mereció el gol. Sobre todo en el que marcó Chema Mato. El cántabro cazó un rechace del portero rival después de una falta lanzada por Charpenet. El aldraxe no descentró al Racing. Pereira, Álvaro Antón, Cohen, Medina, todos llegaban a oleadas, bien lanzados por Chmea Mato y Cami, que se echaron al equipo a sus espaldas. Sólo faltó un último pase más claro y que entrase alguno de los remates de Pereira, de Charpenet de cabeza, de Portilla nada más saltar al campo...
El Castellón se revolvió en alguna llegada del peligroso Arana por la derecha y en un doble remate a la salida de un córner, que salvaron primero Piña y después Iván Romero bajo palos. Daba igual. Dio la sensación de que el equipo ferrolano, ahora caído en desgracia, podía estar jugando hasta mañana porque no llegaría el gol. Pero así no duele tanto perder y deja abierta una mínima esperanza.
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