JUAN QUIJANO > EL ASTILLERO
Si algo puede ir mal, desde luego que irá mal. La ley de Murphy se personó ayer en toda su expresión con motivo del enfrentamientro entre el Racing de Ferrol con el filial de su homónimo santanderino. Y así, entre que al cuadro verde le salió mal todo lo que intentaba, que la labor arbitral tampoco estuvo para nada a su favor y que el conjunto cántabro sí estuvo brillante en la definición, el resultado fue una derrota abultada que corta la progresión que estaba describiendo en las últimas semanas. Un mal día en la oficina para comenzar 2009 y dejar para otra ocasión la posibilidad de colarse entre las cuatro primeras posiciones de la tabla clasificatoria, a las que tratará de llegar en las próximas semanas de la exigente cuesta de enero.
El mal estado del terreno de juego perjudicó seriamente cualquier posibilidad de jugar de una manera combinada, una cosa que, a priori, parecía gustarle a ambos, pero en realidad al Racing de Ferrol no le afectó demasiado. De hecho, hizo uso de su superioridad física para entrar en el choque mejor que su rival y generar peligro cada vez que se acercaba a la portería rival. Así, entre la bisoñez del conjunto local y la concentración que mostraba el cuadro dirigido por Manolo Sánchez, el equipo ferrolano coleccionó unas cuantas opciones para marcar que, sin embargo, no fue capaz de convertir. Sin embargo, el conjunto departamental dejó el poso de que era el dominador del choque y el favorito para sumar los tres puntos.
Sin embargo, una acción puntual cambió el desarrollo del partido antes de alcanzar el ecuador de la primera parte. Un penalti -tan riguroso como evitable- cometido por San Julián en la defensa de un golpe franco lateral permitió al Racing de Santander B ponerse por delante en el marcador y, de paso, desperezarse del acoso al que lo estaba sometiendo su rival. El tanto, de todas formas, no motivó que el cuadro verde bajase su nivel. Al contrario, siguió acercándose con peligro a la portería defendida por Mario Rodríguez --de largo, el mejor del encuentro- y fabricando ocasiones que, sin embargo, Jorge Zafra, Deus o Nano no fueron capaces de convertir.
Así, el choque parecía que iba a llegar al descanso con la mínima ventajara para el filial cántabro, pero con el Racing ferrolano opositando a conseguir el empate -como mínimo- y, seguramente, los tres puntos. Pero entonces, otra acción desgraciada “mató” definitivamente el compromiso. En otra jugada a balón parado, la disputa provocada por una pelota suelta cerca de la portería visitante fue resuelta por el colegido de la contienda señalando una falta de Jorge Zafra sobre un delantero rival, castigando la acción con un penalti posteriormente transformado y que, además, conllevó la expulsión del futbolista pacense. Es decir, que al intermedio se llegó con un 2-0, el Racing en inferioridad numérica y el encuentro prácticamente visto para sentencia.
Riesgo > En vista de esta situación, al Racing no le quedó más remedio que echar el resto para intentar recuperar opciones de puntuar. Por eso, en la segunda parte apostó por jugar con sólo tres centrales -Cami y Desenclos entraron en vez de Pedro Correia y San Julián-, retocando el centro del campo y depositando la responsabilidad ofensiva en Corredoira y Deus, posteriormente reemplazado por Ouejdide. Con esta disposición, el equipo ferrolano siguió dominando el juego -eso sí, creando menos oportunidades que hasta entonces- pero, a cambio, dejó bastantes más espacios en su defensa, lo que hacía temibles las contras locales.
El encuentro transcurría así, en busca de que un gol visitante devolviese la emoción al encuentro o que un tanto local diese carpetazo a la intensidad. Y fue esto último lo que pasó, en otra acción a balón parado que, rematada por Nando sin oposición, situó el compromiso en un 3-0 que ya no tenía discusión. Porque, a partir de ahí, aunque el Racing ferrolano siguió generando oportunidades para marcar -todas ellas respondidas por un Mario Fernández que brilló de manera superlativa en el encuentro-, pero ayer estaba en uno de esos días en los que nunca iba a marcar, jugase lo que jugase.
Así, con esta derrota, el equipo departamental finalizó una primera vuelta liguera que no acabó siendo tan mala como parecía que lo iba a ser al principio pero que, sin embargo, lo sitúa aún en necesidad de recuperar distancia para clasificarse para la fase de ascenso con la que en la parte fina de la temporada pretende regresar a la categoría de plata nacional.
SANTANDER B 3 RACING 0
Real Racing Club de Santander B: Mario Fernández; José Picón, Neira, Osmar, Juan Luis; Nando, Mario Ortiz; Pastor (Gonzalo, min. 90), Dani, Rubén Obregón (Luisma, min. 73); y Uri (Adrián, min. 82)
Banquillo: Luisma, Pablo (portero suplente), Guiti, Adrián y Gonzalo.
Racing Club Ferrol: Paco Fernández; Pedro Correia (Cami, min. 46), Jonathan, San Julián (Desenclos, min. 46), Llamas; Manolo Pérez, Jorge Zafra; Lamatina, Corredoira, Nano; y Deus (Ouejdide, min. 53).
Banquillo: Cami, Marcelino, Desenclos, Ouejdide e Iñaki (portero suplente).
Árbitro: Daniel Sánchez Maroto (comité vasco).
Asistentes: Javier Marrón Rodríguez y Álvaro Masero Vesga (comité vasco).
Tarjetas amarillas: Real Racing Club de Santander B: Pastor (min. 24), Nando (min. 54) y José Picón (min. 63). Racing Club Ferrol: Jorge Zafra (min. 15), San Julián (min. 19), Llamas (min. 59) y Jonathan (min. 78).
Tarjetas rojas: Racing Club Ferrol: Jorge Zafra (min. 43).
Goles:
1-0 min. 21: Osmar, de penalti.
2-0 min. 44: Osmar, de penalti.
3-0 min. 57: Nando.
Campo: El Pilar.
Entrada: 500 espectadores.
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